jueves, 4 de junio de 2009

Angeles vs Demonios

Angels_vs_Demons

CAPÍTULO 4

El recorrido se me hizo lento… con mi estómago produciendo un sonido extraño.

Ensayaba mentalmente mi presentación en el salón. Buenos días a todos, mi nombre es Alan y espero que nos lleguemos a conocer muy bien y seamos más que compañeros de clases.

-Zak, el perfume no se usa en exceso. Ya te lo he dicho muchas veces, úsalo con prudencia. Pero entiendo como te sientes, quieres dar una agradable impresión de confianza. ¡Así se hace! – me interrumpió mi padre de mi discurso.

Mi padre siempre anda pulcro en lo que se refiere a su higiene y a su forma de vestir. Por ser un médico cirujano siempre tienen que andar aseados en todo momento. En el hospital es reconocido por su gran conocimiento en el área de Medicina. No hay médico o paciente que no conozca al doctor Amílcar.

En cambio mi madre anda la mayor parte del día con las manos manchadas. Cuando da clases de pintura en su taller, termina ensuciada (cosa que molesta a papá, el cual tiene que estar untándole ese gel que deja una sensación de frío al tacto, y que tiene olor a alcohol). Algo que caracteriza a mi madre Aurea, es que siempre sus trabajos son creativos y únicos, hasta tener el reconocimiento de talento especial por parte de los grandes pintores contemporáneos.

-Sí papá. Ya se me hizo costumbre. Además, yo no siento que huela a perfume. Bueno, ya casi llegamos a la escuela. ¡Qué emoción! Cuéntame algo de la Universidad.

-Para empezar, es una etapa más de tu formación escolar en la vida, y le tienes que poner mucha dedicación y esfuerzo para certificarte con la profesión que elegiste. Por cierto felicidades, estoy seguro que te va a gustar la Medicina. Paso a paso vamos creciendo como personas, gateamos, caminamos, corremos…

-Sí, es un desafío por cumplir. ¡Llegar a ser un gran profesionista como tú!

-Suerte en este día. No olvides lavarte las manos antes y después de desayunar. Y ten mucho cuidado. Le haces una llamada telefónica a tu madre para que te venga por ti a la hora de la salida. Comes toda la fruta que te cortó tu madre, y no olvides tomar vitamina C.

-Doctor Amilcar, no empiece de nuevo. Ya me aprendí las recomendaciones para estar saludable. Gracias por todo. Suerte en su trabajo, salve las vidas que sean necesarias.

Bajé del auto y cerré la puerta detrás de mí. Me hallaba frente al enorme edificio modernizado con estilo arquitectónico entre jónico y barroco, con colores mármoles blancuzcos.

En la entrada, esperaban formados en fila, miles de alumnos.

1 comentario:

  1. super entretenida la historia sigue adelante espero tu visita en mi blog

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